A todos nos ha pasado que el acumulo de estrés y cansancio nos invade provocando una fatiga que nos carcome el alma, ¿pero qué podemos hacer en estos casos? Te comparto lo que me ha funcionado.
Llevó años trabajando sin parar, siendo independiente, lidiando con las responsabilidades de la vida adulta y además viviendo el loco sueño del emprendimiento; recientemente, todos estos factores me llevaron a sufrir un episodio grave de agotamiento debido a que estaba sobrellevando muchas cosas al mismo tiempo, así que tomé la sabía decisión de escuchar a mi cuerpo y parar un poco.
Considero que vivimos en un mundo donde el capitalismo nos ha obligado a ser y sentir que tenemos la responsabilidad de ser siempre productivos todo el tiempo, necesitamos dar nuestro extra para lograr todo lo que creemos querer, ¿pero realmente lo necesitamos?
Creo que el éxito se puede interpretar de distintas formas, digamos que cada quien construye su propio concepto, sin embargo, a través de los medios de comunicación y redes sociales nos venden la idea de que podemos y sobre todo “DEBEMOS” tener mil roles a la vez, ser deportistas, emprendedores, trabajadores, responsables, sociables, etc. Y claro que se puede, ¿pero es sostenible?
Considero que esta presión constante por cumplir con todos estas expectativas sociales producen un agotamiento emocional que pueden desatar problemas de autoestima principalmente porque la persona se siente sobrepasada y deja de recordar sus logros y confiar en sus capacidades. Bajo el paraguas del agotamiento emocional, crece la sensación de incapacidad, de ser muy pequeños en un mundo muy grande.
¿Qué es lo que te provoca más paz? Aférrate a eso, descubre cómo y cuáles son los momentos que te han permitido apagar todo esos pensamientos intrusivos para que los abraces. Es importante dejar de sobre pensar tanto las cosas y sobre todo el futuro, date un gran respiro, ¡lo mereces!
Una vez que encuentras esa relajación puede llegar una culpa horrible porque no estás siendo productivo, pero aunque quieras intentarlo, cuando estás pasando por un agotamiento mental es muy difícil llegar a un estado de concentración pleno debido a que tu mente se siente desequilibrada, así que lo mejor es escuchar a tu cuerpo y soltar la culpa. Te mereces estar bien, verás que con el paso del tiempo confirmarás que no pasa absolutamente NADA, el mundo no se acaba porque te des un respiro.
En casos más extremos, si estás observando que la realidad que construiste hasta ahora te está llevando a tener un agotamiento constante, no olvides que siempre puedes volver a recalcular la brújula y construir nuevos caminos. Mereces tener una versión sana de ti, tal vez sea un buen momento para cuestionarse sobre cuál será el siguiente paso. Solo tú puedes transformar ese concepto de éxito en algo más.
Gracias por leer, te quiero mucho.
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